TIME nombra a los Arquitectos de la IA como Persona del año 2025

La inteligencia artificial dejó de ser una promesa de futuro para convertirse en la realidad más tangible de 2025. TIME reconoció este cambio histórico al designar a los «Arquitectos de la IA» como Persona del Año, marcando la tercera ocasión en que la revista otorga esta distinción a una entidad no humana.

Sam Jacobs, editor jefe de TIME, fue directo al explicar la decisión: «Este fue el año en que el potencial completo de la inteligencia artificial rugió a la vista, y cuando quedó claro que no habrá vuelta atrás ni forma de optar por no participar». La elección no recayó en la tecnología misma, sino en las mentes que la diseñan, construyen y despliegan.

Persona del año 2025 Time

La portada que simboliza una nueva era

TIME preparó dos portadas para esta edición. La primera, obra del artista digital Jason Seiler, reinterpreta la icónica fotografía «Almuerzo sobre un rascacielos» de 1932, reemplazando a los trabajadores de la Gran Depresión con los líderes tecnológicos actuales: Mark Zuckerberg (Meta), Lisa Su (AMD), Elon Musk (xAI), Jensen Huang (Nvidia), Sam Altman (OpenAI), Demis Hassabis (DeepMind), Dario Amodei (Anthropic) y Fei-Fei Li (Stanford).
Este grupo de ocho personas acumula una fortuna conjunta de 870.000 millones de dólares, según Forbes, gran parte generada durante los últimos tres años de auge de la IA.

El momento DeepSeek que sacudió Silicon Valley

El mismo día de la inauguración presidencial de Trump en enero, una startup china llamada DeepSeek lanzó un modelo de IA que rivalizaba con las capacidades de los competidores estadounidenses. Este movimiento desató alarmas en Washington y obligó a una respuesta inmediata: al día siguiente, Sam Altman, Larry Ellison y Masayoshi Son anunciaron en la Casa Blanca el Proyecto Stargate, con una inversión prometida de hasta 500.000 millones de dólares para construir centros de datos de IA en Estados Unidos.

De la experimentación a la producción masiva

Lo que distingue a 2025 de años anteriores es la velocidad del despliegue. La revista TIME destacó cómo herramientas de codificación como Cursor alcanzaron 1.000 millones de dólares en ingresos anuales, convirtiéndose en una de las startups de crecimiento más rápido de la historia. En Anthropic, Claude ahora escribe hasta el 90% de su propio código. Nvidia casi cuadruplicó su producción de chips mientras solo duplicaba su plantilla.

La demanda de energía se ha disparado. Los centros de datos representarán el 8% de todo el consumo eléctrico de Estados Unidos para 2030, el doble que en 2023. Las grandes tecnológicas —Amazon, Microsoft, Google y Meta— planean invertir conjuntamente 370.000 millones de dólares este año en infraestructura de IA.

El precio del progreso

Esta transformación llega con compromisos claros. El 53% de los estadounidenses cree que la IA podría eventualmente «destruir a la humanidad», según una encuesta de Yahoo/YouGov. Los puestos de trabajo desaparecen, la desinformación prolifera y distinguir lo real de lo artificial se vuelve cada vez más difícil.

Thomas Husson, analista principal de Forrester, explica que 2025 fue el año en que la IA pasó de ser una tecnología explorada por adoptantes tempranos a formar parte de la vida cotidiana de una masa crítica de consumidores. Entre la Generación Z, el 93% usa regularmente chatbots de IA, una penetración sin precedentes.

El veredicto de la historia

«Para entregar la era de las máquinas pensantes, para maravillar y preocupar a la humanidad, para transformar el presente y trascender lo posible, los Arquitectos de la IA son la Persona del Año 2025 de TIME», declaró la revista. La pregunta ya no es si la IA transformará nuestras vidas, sino cómo navegaremos ese cambio inevitable.

    En empresas como Qaleon ya estamos liderando esta transformación en el mercado español, aplicando inteligencia artificial y análisis avanzado para revolucionar sectores como el desarrollo del talento y la monitorización sanitaria. Mientras los gigantes tecnológicos construyen la infraestructura global de la IA, compañías especializadas demuestran que el verdadero valor está en aplicar esta tecnología para resolver problemas concretos y mejorar la vida de las personas.