En el complejo escenario regulatorio europeo, donde la sostenibilidad, la transparencia y la eficiencia compiten por el protagonismo, el paquete Ómnibus emerge como una pieza clave del rompecabezas.
Su nombre puede sonar técnico, incluso burocrático, pero detrás de él se esconde una profunda transformación del sistema de reporting corporativo en la Unión Europea. Y la pregunta clave es: ¿estamos ante un nuevo laberinto regulatorio o frente a una oportunidad histórica de simplificación e impulso competitivo para las empresas?
El llamado “paquete Ómnibus” es una iniciativa de la Comisión Europea que busca armonizar, simplificar y digitalizar los requisitos de información para las empresas dentro del mercado único.
Abarca diversas reformas normativas orientadas a reducir la carga administrativa, mejorar la interoperabilidad de datos y facilitar el cumplimiento de obligaciones, especialmente en el marco de la CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) y otros marcos de transparencia.

El desafío: el reducido ámbito de aplicación y el aplazamiento de la entrada en vigor
Uno de los grandes cambios planteados por el Ómnibus es la drástica reducción de las empresas que deben reportar bajo la normativa CSRD. Inicialmente afectaba a más de 50.000 empresas y ahora aplica a aproximadamente 7.000 empresas, lo cual representa una reducción de más del 80% en el alcance de la normativa. El principal cambio radica en que ahora únicamente aplica a las empresas con más de 1.000 empleados y 50 millones de euros de volumen de negocio.
Esto deja un vacío enorme, ya que más del 95% del tejido empresarial está conformado por empresas con menos de 1.000 empleados. Por lo cual, se creará un nuevo escenario de complejidad para las grandes empresas que tendrán más dificultad a la hora de obtener los datos de sostenibilidad de sus proveedores (en su mayoría pymes) que no estarán obligadas a reportar bajo la CSRD.
Otro elemento clave ha sido la aprobación de la Directiva Stop-the-Clock (2025/794/UE) el pasado 14 de abril por el Consejo Europeo como parte del paquete Ómnibus cuyo objetivo es retrasar en dos años la aplicación de los requisitos de información planteados por la CSRD. Ante esto, las grandes empresas que debían reportar en 2026 (respecto del ejercicio 2025) deberán hacerlo en 2028 (respecto del ejercicio 2027).
Ante estos retos la Comisión Europea (CE) recomienda a las pymes reportar bajo Estándar Voluntario de Información de Sostenibilidad para pymes no cotizadas (VSME, por sus siglas en inglés) elaborado por el EFRAG (pendiente a la publicación del Acto delegado de la CE). Este informe permite a las pymes proporcionar información de sostenibilidad requerida por sus socios comerciales – grandes empresas, los bancos e inversores. Este y otros aspectos clave serán analizados en mayor profundidad en nuestro próximo whitepaper: “Ómnibus, ¿Cuáles son las nuevas reglas del juego para el reporting de sostenibilidad?”
La oportunidad: eficiencia, comparabilidad y valor estratégico
Sin embargo, el paquete Omnibus también abre nuevas oportunidades. Por ejemplo, abre puertas a una nueva era de reporting inteligente y competitivo. Las empresas que sepan adaptarse con rapidez pueden beneficiarse de varias palancas:
- Reducción de la carga administrativa, al eliminar duplicidades en la entrega de informes a diferentes entidades.
- Mejor comparabilidad y acceso a benchmarking, al estar los datos disponibles en formatos comunes y reutilizables.
- Mayor transparencia ante inversores, clientes y reguladores, fortaleciendo la reputación y la confianza.
- Impulso a la digitalización interna, al obligar a integrar sistemas y trabajar con datos de forma más ágil.
- Y lo más importante: convertir el reporting en una herramienta de gestión, no sólo de cumplimiento.
Como suele ocurrir en momentos de cambio, quienes lideren esta transición no serán necesariamente los que tengan más recursos, sino los que se anticipen y conecten mejor con sus: grupos de interés, cadenas de valor y sus narrativas de sostenibilidad con las nuevas exigencias regulatorias y tecnológicas.
El paquete Ómnibus es tanto un desafío técnico como una oportunidad estratégica. Su éxito dependerá de cómo se termine de definir este proceso de simplificación ya que el próximo paso es la entrega de las enmiendas a los estándares ESRS bajo los cuales se reporta la CSRD, tarea esta asignada a la ERFRAG con plazo en octubre de este año que luego será evaluada y aprobada por la Comisión Europea.
En un contexto donde el dato es oro y la sostenibilidad ya no es opcional, simplificar no es trivializar, es hacer más con menos, y hacerlo mejor. La clave radica en que las empresas no asuman estos cambios como una obligación más, sino como una palanca de creación de valor, simplificación, competitividad y transparencia inteligente.
Si te interesa profundizar en cómo el paquete Ómnibus redefine el panorama del reporting en Europa, hemos preparado un white paper exclusivo con un análisis claro, estratégico y práctico de todos los cambios. Una guía imprescindible para anticiparte, tomar decisiones informadas y transformar el cumplimiento normativo en ventaja competitiva. Descárgalo aquí y lleva tu estrategia de sostenibilidad al siguiente nivel.